La mayoría de los niños han pasado algún episodio de sueño aterrador. Si es algo esporádico no hay motivo para preocuparse, pero si se repite en el tiempo de manera sostenida y limita la vida del paciente es importante observar por qué está sucediendo.
Debemos distinguir entre pesadillas y terrores nocturnos. Ambos son diferentes tipos de parasomnias.
Como decíamos anteriormente, lo importante es observar que está sucediendo en la vida del niño y si se mantienen en el tiempo, dado que en la mayoría de los casos desaparecen solos. Los terrores nocturnos están más asociados a inmadurez cerebral, pero si se dan en adultos o en niños mayores debemos suponer la posibilidad de estrés o problemas emocionales, algo similar ocurre con las pesadillas.
Si los pequeños de tu hogar están sufriendo pesadillas o terrores nocturnos, en Río Psicología podemos ayudaros. Aplicamos técnicas psicoterapéuticas en un vínculo de confianza total con el especialista.
No dudes ponerte en contacto con nosotros, ayudamos a que nuestros pacientes superen estas pesadillas para recuperar su descanso.